« ¡No encuentro el sueño! », gritas al borde de un ataque de nervios (pobre de ti, no tienes un Dodow :) ). Ya sabes cómo va: mañana estarás súper irritable y además estarás agotado.
¿Por qué Morfeo parece tan decidido a rechazarte tan cruelmente cuando solo sueñas (despierto) con acurrucarte en sus brazos? Es porque generalmente te encuentras en uno de estos casos.
Despertado en plena noche
Has logrado dormirte, pero te has despertado en plena noche. En realidad, es completamente normal despertarse a mitad de la noche: el sueño está compuesto por ciclos de sueño y, cuando llegas al final de un ciclo, estás más vigilante y el más mínimo ruido o estrés inconsciente puede despertarte. El verdadero problema es cuando te cuesta volver a dormir rápidamente.
Cabeza llena de pensamientos
Tienes la cabeza llena de pensamientos, imposible deshacerte de ellos. Cuando prestas atención a tus pensamientos y estos te excitan o te asustan, liberas neurotransmisores cuyos efectos secundarios incluyen enviar al cerebro la señal de mantenerse despierto. Es como si estuvieras viendo una película fascinante: difícil dormirse frente a ella.
El problema es más o menos similar con los ruidos: puedes ser consciente de ellos o no prestarles atención. Cuando te acuestas, todavía estás demasiado atento y alerta; por eso, el más mínimo pensamiento te mantiene despierto.
Insomnio crónico
El insomnio no es nada nuevo para ti, porque sufres de insomnio crónico.
« ¿Lograré dormirme esta noche? » Ya te imaginas tu estado caótico al día siguiente y no consigues mantenerte positivo. Este miedo a no dormir se cumple a sí mismo y puede conducir a insomnios repetidos. La verdad es que tu organismo no ha olvidado cómo dormirse, pero el simple hecho de creer que no lo lograrás esta noche te condiciona y te impide encontrar el sueño. Solo te duermes cuando has perdido toda esperanza de dormirte — ¡y eso suele ser demasiado tarde!
Grandes preocupaciones
Tienes grandes preocupaciones, y eso te inquieta. Una ruptura difícil, la pérdida de un empleo o una depresión temporal suelen ir acompañadas de insomnio. Hay que actuar cuanto antes antes de que el insomnio se vuelva « condicionado » y siga persiguiéndote incluso cuando tus problemas hayan quedado atrás.
Estresado y agitado
Cuando llegas a casa, estás tenso y relativamente irritable. Tu cuerpo está listo para enfrentar una situación de peligro. Normalmente, el paso del estado de alerta al estado de reposo se hace automáticamente, pero la acumulación de estrés ralentiza el proceso y se necesitan algunas horas en lugar de unos minutos.
Todas estas situaciones tienen en común que te ponen nervioso, ansioso, preocupado. En una palabra, tienes MIEDO. Miedo a no haber manejado ayer, miedo al mañana, miedo a no dormir...
De las complicaciones psicológicas a las complicaciones fisiológicas
Sin embargo, el miedo es útil — y no se reduce a un fenómeno psicológico. El miedo y la ansiedad activan lo que se llama el estado de alerta, un mecanismo fisiológico caracterizado por una hiperactivación del sistema nervioso autónomo. Neurotransmisores como la noradrenalina se liberan entonces, contribuyendo a estimular el centro de vigilia y a mantenerte despierto.
Durante la prehistoria, este estado de alerta era útil para estar rápidamente en guardia en caso de peligro, pero hoy te impide encontrar el sueño en tu cama.
La coherencia cardíaca
Hay varios trucos para dormir bien, pero hay uno que es una solución para todos los que no encuentran el sueño: la respiración. Permite que tu cuerpo pase naturalmente del estado de alerta al estado de reposo.
La coherencia cardíaca, una técnica de respiración rítmica basada en la meditación, te permite ralentizar por ti mismo los latidos de tu corazón. Una respiración lenta, alrededor de 6 respiraciones por minuto (el ritmo de la coherencia cardíaca), permite ralentizar tu metabolismo. Tu cuerpo produce menos cortisol, la hormona del estrés, y en pocos minutos pasas al estado de reposo, más propicio para dormir. Paralelamente, concentrarte en un pensamiento agradable, como un paisaje relajante, puede ayudarte a ralentizar tu flujo de pensamientos, lo que también favorecerá el paso al estado de reposo.
No siempre es fácil hacerlo solo, por eso Dodow se ofrece para ayudarte. Al respirar al ritmo de la luz de Dodow, te proporciona los beneficios de la coherencia cardíaca de manera simple y accesible.
Además, al concentrarte en el aura azulada en lugar de en tu incapacidad para dormir y tus preocupaciones, ¡rompes tu círculo vicioso de ansiedades!
